Querida gente,
Es con gran placer y felicidad que les hablo a ustedes a través de Pamela y les doy la bienvenida en este lugar, donde se han reunido para escucharme, un viejo amigo de ustedes. Yo soy Jeshua, yo he estado entre ustedes en mi vida en la tierra como Jesús.
Yo he sido humano y sé todo por lo que ustedes pasan como seres humanos en un cuerpo terrestre y en una vida terrestre. Y he venido aquí a ayudarlos a comprender quiénes son ustedes. Todos ustedes presentes aquí y muchos entre ustedes, quienes leerán este texto más tarde, son trabajadores de la luz (lightworkers).
Ustedes son ángeles de luz, quienes han olvidado quiénes son realmente.
Todos ustedes han pasado muchas pruebas en su viaje en la tierra, a través de muchos tiempos de vida terrestres. Y yo conozco estas pruebas desde adentro.
Ahora ustedes han llegado a un punto en su historia del alma, donde está ocurriendo una finalización, una terminación de una cierta etapa en esa historia.
Todos ustedes están en un punto en su desarrollo donde están teniendo un fuerte contacto con el Ser interior que ustedes realmente son, con su Ser Superior que es independiente del tiempo y del espacio. Ustedes están en el proceso de admitir a su ser interior o superior dentro de su ser terrenal, dentro de sus vidas presentes.
Todos ustedes están aún un poco incómodos contactando a su ser superior o elevado, porque han olvidado que ustedes mismos son esta gran fuente de luz.
Ustedes han olvidado que todo el conocimiento y el amor que ustedes están buscando, está presente en su propio campo de energía, su propia aura.
Sin embargo, todos ustedes han comenzado a contactar la fuente más profunda de luz interior. Por lo tanto ahora ha llegado a ser apropiado en su sendero de vida asistir a otros – ya sea profesionalmente o no – en su camino interior.
Incluso cuando su propio viaje interior aún no ha finalizado, ustedes son capaces, desde un cierto punto en adelante, de compartir con otros sus energías de discernimiento y sabiduría. Todos ustedes se sienten llamados a esto.
Desde el momento en que ustedes asumen sanar o ser un maestro, aparecen un cierto número de trampas en su camino. Esto tiene sus raíces en ciertas incomprensiones acerca del proceso de los demás para volverse completos y su parte en esto.
Hoy me gustaría hablarles acerca de estas trampas.
¿Qué es la sanación?
¿Cuál es la esencia de la sanación? ¿Qué sucede cuando alguien logra ‘estar bien’, ya sea a nivel psicológico, emocional o físico?
Lo que sucede es que esta persona es capaz de conectarse, en un nivel más profundo, con su propia luz interior, con quien él o ella realmente son. Esta conexión tiene un efecto sanador en todas las capas del ser, en el nivel psicológico tanto como en los cuerpos físicos y emocionales.
Lo que cada persona busca en un sanador o terapeuta es un espacio energético, en el cual él sea capaz de contactar su propia luz interior. El sanador o terapeuta puede ofrecer este espacio porque él ya ha hecho esta conexión dentro de él mismo. El sanador tiene a su disposición una frecuencia, una frecuencia energética dentro de su ser, la cual tiene la solución para el problema del que busca la sanación.
Ser un sanador o terapeuta significa: llevar la frecuencia energética de la solución en su campo de energía y ofrecerla a alguien más. Esto es lo que es, nada más.
Básicamente, es un proceso que puede tener lugar sin palabras o acciones. Es la propia energía que ustedes tienen como terapeuta o sanador, la que tiene el efecto de sanación.
Es su energía ‘iluminada’, que ustedes ofrecen como un espacio, en el cual algún otro puede contactar su luz interior, su propio centro. Es este contacto interior lo que hace que ocurra la sanación. Toda sanación en realidad es auto-sanación.
Sanar o ayudar, en esencia, no tiene nada que ver con habilidades específicas o con conocimiento específico que pueda ser aprendido de libros o tomando cursos. El poder de sanación no puede ser adquirido a través de algo externo. Se trata de la ‘frecuencia de la solución’ que está presente en su campo de energía como resultado de su propio crecimiento interior y claridad de conciencia.
Con frecuencia esto no está aún completo en todos los aspectos, porque todos ustedes aún están implicados en procesos personales de desarrollo de la conciencia. Sin embargo hay partes en su campo de energía que han llegado a ser tan claros y puros, que pueden tener un efecto sanador en los demás.
Es esencial comprender que este efecto no tiene que ser trabajado. Es el paciente o cliente quien decide si asimila o no la frecuencia, si la admite. Es su elección. Ustedes la ofrecen, por quienes son, por ‘estar ahí’ para el otro. No es por las habilidades o conocimiento que hayan aprendido de alguien más, que ustedes sanan, sino puramente por quienes ustedes son, por el camino interior que han seguido. Es especialmente en el terreno de los problemas por los que ustedes mismos han pasado, y por haber sentido las emociones acompañantes en el centro de su ser, que ustedes pueden dar una mano al otro de la mejor forma posible.
Por consiguiente, la auto-sanación, tomar responsabilidad por sus heridas internas y cubrirlas con la luz de su conciencia, sigue siendo muy importante para los trabajadores de la luz. Es la habilidad de auto-sanación lo que los convierte a ustedes en un sanador o trabajador de la luz. Es la frecuencia de la solución en su campo de energía lo que hace posible que los demás encuentren el camino para su propia auto-sanación.
Cuando están tratando a clientes o ayudando a las personas de su entorno, ustedes frecuentemente ‘leen’ su energía y le dan información, o ustedes tratan a alguien energéticamente, con energía. Pero el cliente o persona con la cual ustedes están trabajando está igualmente ocupado ‘leyendolos’ a ustedes. Exactamente como ustedes están sintiendo su energía, él está, conciente o inconscientemente, absorbiendo su energía. Él de todos modos siente lo que ustedes dicen y lo que llevan en su ser, en su frecuencia de energía. Él los siente a ustedes.
Es en la lectura que el cliente hace de ustedes que ocurre el quiebre real. Cuando el cliente siente ahí el espacio que él necesita para reparar el contacto interior con su propio Ser, sus palabras y acciones adquieren una cualidad sanadora. Entonces ellos pasan a ser los transportadores de luz y amor que el cliente puede llevar hacia el centro de su propia luz y amor.
Cuando hay una intención honesta de ayudar a alguien que viene a ustedes, él está abierto a su energía de tal modo, que puede ser tocado por las partes que son más puras en su propio ser.
Estas partes de ustedes no son un resultado de los libros que leyeron o del material que han aprendido; no son meras herramientas o instrumentos. Son el resultado de una alquimia personal, de una transformación personal de la conciencia que lleva su sello único.
Me gustaría enfatizar esto profundamente, ya que parece haber una tendencia entre los trabajadores de la luz (personas quienes, por su naturaleza, sienten un fuerte impulso de ayudar a los demás) de estar siempre buscando un nuevo libro, un nuevo método, una nueva habilidad, que pueda ayudarlos a ser un mejor terapeuta o sanador.
La verdadera sanación es tan simple.
Cuando yo viví en la tierra, algo manaba de mis ojos. Mis ojos mostraban una energía que tenía un efecto sanador inmediato sobre las personas que estaban abiertas a ésta. Esto no era un truco mágico o un efecto especial. Yo estaba en contacto con mi fuente interior de verdad. Yo podía permitir que la luz y el amor divino que eran mi herencia –exactamente como es su herencia- emanaran desde mí hacia otros seres vivos.
Esto tenía un efecto sanador sobre aquellos que estaban verdaderamente abiertos a esto. Lo mismo sucede con ustedes. En este aspecto, ustedes no son diferentes a mí. Todos ustedes han caminado por el sendero interior de libertad y autorrealización, para llegar al mismo punto al cual yo llegué cuando viví en la tierra. Todos ustedes están en el proceso de llegar a ser concientes del Cristo en ustedes mismos.
La energía Crística es su destino y su meta y ustedes están siempre llegando cada vez más cerca de este destino. Es el Cristo en ustedes quien sana y cura como una consecuencia natural de quien él es. Muy frecuentemente ustedes aún se identifican con el alumno, aquel que se sienta a los pies de un maestro y escucha y pregunta y busca. Pero yo les estoy diciendo a ustedes, que el tiempo de ser un alumno ha terminado. Es hora de que clamen su maestría. Es tiempo de darle al Cristo en ustedes la oportunidad de manifestarse en su realidad diaria, terrestre.
Para realmente llegar a ser uno con la conciencia Crística, y alcanzar su maestría como un sanador, ustedes necesitan liberar un número de cosas. Estas cosas representan las trampas en el camino para llegar a ser un sanador. Es acerca de esto que hoy quiero hablarles. Diferenciaré entre tres áreas en las cuales se les pide que liberen.
2 comentarios:
hola mi nombre es angel shuming de puerto vallarta mexico,padesco un serio problema en mi pie derecho y me es muy doloroso,ya que la pisada del pie no es la correcta,afectando tambien a la rodila con dolor ,siquiendole a la cadera y afectando a la espalda,,es una incomodidad tremenda
podrian sanarme como jesucristo lo hizo con uno que le sano la horeja que la tenia cortada,,se auerdan??no me acuerdo como se llama,pero el que salia en la pelicula (la pasion de cristo)
-mi correo es musician_70@hotmail.com....SI,SOY MUSICO,Y UN MUSICO NECESITA BIEN SU ESQUELETO PARA ESTAR IEN PARADO EN ESCENARIOS VDD?.......ESPERO SU RESPUESTA GRACIAS.
Hola Angel, No se si hay personas que realicen esos milagros, pero te aconsejo que acudas a un Kinesiologo (Terapeuta de KINESIOLOGIA), estos profesionales areglan el esqueleto y otras muchas cosas...
Si te interesa el crecimiento personal, visita la pagina de la
http://escuelakryon.org/typo3/index
Un saludo
Publicar un comentario