lunes, 14 de abril de 2008

** La trampa del Corazón

La segunda trampa cuando ayudan a otros, que quisiera mencionar, está en el área del corazón, el centro de los sentimientos.

El corazón es un punto de encuentro de muchas energías. Forma el puente entre el cielo y la tierra. Puede construir un puente entre diferentes puntos de vista. El corazón ‘reúne’ energías de diferentes orígenes y es capaz de reconocer la unidad implícita. Ella puede trascender la dualidad con la ayuda de las energías de amor y compasión.

El corazón es la residencia de la armonía y la compasión con todo lo que está vivo y animado. Por consiguiente es también su centro de empatía. El corazón juega un papel muy importante en el acompañamiento y la orientación a otros. Con su corazón, ustedes pueden sentir el dolor de los demás y sostenerlos con amor y compasión.

Sin embargo, también hay un peligro en esto. Su compasión y empatía pueden llegar muy lejos. Tan lejos, que ustedes pierden una parte de ustedes mismos en el otro. Ustedes deben saber, que cuando entregan demasiado de sí mismos porque se dejan llevar por el sufrimiento de algún otro, la ‘execiva’ energía se volverá contra ustedes. Esta parte de energía va hacia la otra persona pero no contribuye a la solución de su problema, porque no proviene de un total estado de equilibrio. En realidad, esta energía sobrante proviene de un dolor en ustedes del cual no son plenamente conscientes. Este dolor los vuelve a ustedes ‘exagerados’ en dar.

Ustedes pueden distinguir cuando están haciendo esto. Sucede cuando han hablado con alguien, o han dado a alguien un tratamiento, y más tarde se sienten vacíos, frustrados, o desalentados. Esto indica que ustedes han dado demasiado. Cuando dan desde una posición de equilibrio, ustedes se sienten libres, alegres e inspirados. En seguida vuelven a su propia energía fácilmente. Entonces el otro desaparece de su campo de energía. Su aura se cierra y ustedes siguen su camino separado. Todo está bien.

Pero cuando permanece un enlace energético con la otra persona, porque ustedes quieren tan profundamente que él o ella estén bien o sean felices, esto tiene un efecto destructivo en su energía. En ese instante, aparece un enlace energético de dependencia emocional. Su bienestar se vuelve dependiente del bienestar de alguien más.

¿Por qué sucede esto tan fácilmente entre ustedes? ¿Por qué esta trampa es tan difícil de evitar para los trabajadores de la luz? ¿De dónde viene esta dolorosamente fuerte necesidad de sanar y hacer todo, y hacer del mundo un mejor lugar?

Hay tristeza en sus corazones. Existe en ustedes un profundo sentimiento de responsabilidad y de relación con la Tierra y con todo lo que vive en ella. Hay en ustedes una profunda añoranza por otra frecuencia de conciencia, más sintonizada con la divinidad natural de todo lo que está vivo y respira en su tierra. Ustedes están anhelando una realidad que responda a la canción de su alma. Una canción que habla de paz, alegría, unidad e inspiración creativa.

Debido a este profundo anhelo y la inquietud que provoca, ustedes con frecuencia quieren ayudar a las personas más rápidamente de lo que ellos pueden manejar. Hay impaciencia e inquietud en ustedes. Y esto hace que sea difícil para ustedes distanciarse suficientemente de las personas con las que están fuertemente involucrados. Esto claramente juega una parte en el área personal; y también en el área de ayudar a otros profesionalmente.

Liberar el dolor y la aflicción de los otros y permitirles completamente a ellos el tiempo y el espacio para ir a través de sus propios procesos, puede provocarles a ustedes un dolor interno. Esto es porque esto les recuerda su propia soledad y les da una sensación de estar perdidos en esta realidad terrestre. La diferencia entre este mundo imperfecto y la otra realidad energética con la que ustedes sueñan, mucho más pura y bella que ésta, los hiere por dentro profundamente.

A esto se debe, que en el área del corazón, la trampa sea la impaciencia. Esta impaciencia toma la forma de un gran compromiso con una buena causa, o de la intensa preocupación por el bienestar de los otros. Toma la forma de dar demasiado. Si ustedes observan este impulso en ustedes mismos, esta ansia por ayudar o la lucha por una buena causa, sientan la impaciencia en eso, la parte de negación de la realidad como es aquí y ahora.

Sepan también que cuando ustedes son plenamente concientes de esto, pueden dejarlo ir. Tan pronto como ustedes reconozcan que su ansia e impaciencia vienen de un dolor y tristeza internos, ustedes pueden dejar de dar demasiado. Las cosas se vuelven muy simples nuevamente.

Lo único que es conveniente hacer como sanador y trabajador de la luz es dejar que su energía esté disponible para los demás. Ser simplemente quienes son y estar en paz con ustedes mismos. La frecuencia de la solución está en su campo de energía.

Frecuentemente, atraen hacia ustedes a las personas con los mismos tipos de problemas por los cuales ustedes mismos han pasado. Ustedes han llegado al fondo de estos problemas por ustedes mismos, con su corazón y alma, y por lo tanto han alcanzado una sabiduría y pureza en estas áreas que han pasado a formar parte de su ser. Lo que llega a ser parte de su ser es sagrado, inviolable. No puede perderse. No es un conocimiento aprendido del cual ustedes se puedan olvidar. Son ustedes transformados por la vida, por la experiencia y por el deseo de aprender y comprender.

Entonces lo que ustedes tienen que compartir con los demás, con el mundo: ustedes mismos. Lo único que necesitan para ofrecerlo es ir a los lugares o hacer las cosas que los hacen sentir inspirados, y luego dejar que los otros sean tocados por su energía, o no. Esto es asunto de ellos.
No hay nada más que deba hacerse, realmente… Este es el trabajo de luz que han venido a hacer.

Cuando ustedes se atreven a vivirlo de esta manera, la energía que ponen en dar demasiado, y en dejarse arrastrar por el fuerte deseo de mejorar las cosas, ¡podrían ahora dársela a ustedes mismos para un cambio!

Ustedes han vivido muchas vidas en la tierra que fueron duras y difíciles. Vidas en las cuales trataron de encarnar parte de su luz interior y fueron castigados por eso. Vidas en las que ustedes tuvieron que luchar todo el tiempo en lugar de ser quienes verdaderamente son y florecer.

Este momento en la historia les ofrece la oportunidad de ser quienes ustedes son. Ser quienes ustedes son también implica: ¡ni más ni menos que disfrutarse a ustedes mismos! ¡Disfrutar la vida!
Estén preparados para finalmente ver la belleza en esta existencia terrestre, aun cuando tantas cosas estén mal.

Traten y asimilen las chispas de belleza en sus auras cada día. Traten y véanlas en medio de toda la fealdad, de toda la disonancia. Traten de disfrutar, tomen eso que se les ofrece, y reciban. ¡Atrévanse a recibir!

Aquellos trabajadores de la luz, que también puedan recibir y realmente puedan disfrutarse a sí mismos, serán más centrados y poderosos, y por lo tanto incluso radiarán más frecuentemente la ‘frencuencia de la solución’ desde sus campos de energía.

Ellos no se vacían a sí mismos dando demasiado. Ellos se permiten fácilmente dar igual que recibir, y de ese modo tanto el flujo de dar como el flujo de recibir llegarán a ser más fuertes en sus vidas.

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